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La justicia no se conjuga

Fernanda López

Ecatepec de Morelos municipio del estado de México donde se combina el horror a una muerte fácil debido a altos niveles de inseguridad generalizada, la impunidad por parte de autoridades incompetentes y claro está el desprecio hacia la mujer.

La primera Alerta de Género para el Estado de México fue declarada en julio de 2015 y contempla once municipios: Chimalhuacán, Chalco, Cuautitlán, ECATEPEC, Ixtapaluca, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Toluca, Tultitlán y Valle de Chalco.

La segunda Alerta, enfocada a la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres, fue declarada en octubre de 2019 en siete municipios de la entidad: Chimalhuacán, Cuautitlán, ECATEPEC, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl, Toluca y Valle de Chalco

En esta horrible coyuntura vivimos yo y miles de mujeres que estamos hartas de no poder caminar solas por la calle a cualquier hora del día, cansadas del miedo a no regresar a casa y abrazar a nuestras madres porque en un ambiente tan hostil es un verdadero logro seguir viva.

El día jueves 10 de septiembre familiares de víctimas desaparecidas y feminicidios tomaron las instalaciones de la Codhem del municipio de Ecatepec de Morelos, hartos de la negligencia de las autoridades y exigiendo justicia a cada uno de los casos. Colectivas feministas se solidarizaron con la toma, pues si tocan a una respondemos todas.

Sin embargo justicia es una palabra que apenas conocemos en México, la justicia si eres mujer en Ecatepec solamente es un simple sustantivo en femenino, no es un verbo que podamos conjugar para nosotras. La justicia para las mujeres en este país es casi inexistente.

A la una de la mañana del día viernes 10 de septiembre cuerpos policiacos reprimieron la toma, golpeando y denigrando aún más los derechos de personas ya vulneradas por un sistema ineficiente. Entre ellas mujeres con niños y una embarazada.

Las violentaron de tal manera que movieron manadas de mujeres peleando como fieras por sus compañeras, compañeras desconocidas, pero a la vez como hermanas pues todas sabemos el peligro que es ser mujer en este país. Esa madruga sentimos el miedo de tener otra hermana desaparecida. Otra hermana sin alas.

La preocupación, solidaridad y empatía nos mantuvo despiertas y alertas toda esa madrugada pues las llevaron en vehículos no oficiales a un destino incierto pues nunca mencionaron donde las llevaban; entre amenazas y golpes llegaron a una fiscalía que no correspondía, la del municipio de Atizapán. Compañeras pudieron hacerse presentes exigiendo su liberación pues su detención fue totalmente arbitraria y violando todos sus derechos. Ante tal presión fueron liberadas cerca de las 10 de la mañana.

Espero no ser la única que experimento tantas cosas a la vez; desde rabia hasta miedo, de impotencia a un amor profundo a cada una de mis hermanas que poniendo cuerpa y alma dejan muy en claro que estamos FLORECIENDO JUNTAS.

Esa noche nos cambió a todas pues nos dimos cuenta que juntas somos más fuertes, que si permanecemos unidas es más difícil nos violenten, nos callen o nos maten…

LA PERIFERIA EXISTE PORQUE RESISTE.

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