Fuera de cobertura
Por Bruno Rico Gómez.
El inicio de clases está cerca y trae consigo mucha polémica y discrepancias pero todos se van del punto principal en esta conversación, hay niños y jóvenes que se encuentran fuera de cobertura.
Según el tercer párrafo del 6° artículo de la Carta Magna de los Estados Unidos Mexicanos, El Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e internet. Ahora, es muy sabido que el Gobierno hace muy poco por cumplir esta sección y cuando lo hace es de manera deficiente. Con redes que son fácilmente hackeables y que sin saberlo mucha gente expone todos sus datos a merced de los piratas virtuales.
Ese es uno de los problemas principales, ahora, quiero hablar acerca de las limitaciones físicas, pues muchos estudiantes a duras penas tienen una computadora que pueda conectarse al internet o en su caso un Smartphone con datos para poder asistir a sus clases virtuales. Y se entiende el esfuerzo de la SEP y el gobierno por mantener al estudiantado dentro de sus aulas, aunque sean en línea.
Pero, con planes prácticamente improvisados, con profesoras y profesores que se niegan a retirarse y que sus habilidades tecnológicas no son lo suficientemente buenas para la enseñanza adecuada durante este proceso, alumnos y padres negligentes que no quieren ser parte de un arreglo común para que nadie pierda tiempo ni esfuerzos para su enseñanza. Pareciera que todos están incomunicados, como fuera de cobertura.
Y le pese a quien le pese, estos planes que está utilizando el gobierno son la mejor opción para que toda una generación no pierda el año, pues ahora parece que todos quieren ir a clases presenciales y que México no es el país en donde se leen aproximadamente 2 libros por persona al año. Cueste lo que cueste esta es la mejor opción en estos momentos. También no perdamos de atención a los estudiantes de los niveles medio superior y superior, que lamentablemente su conocimiento no se completa por la falta de prácticas en laboratorios.
Pero aún en los momentos más oscuros siempre hay luz, ya que los compañeros que se hacían tres horas a los planteles donde estudian pueden ahorrarse los largos y agobiantes trayectos llenos de violencia y crimen, los compañeros que son foráneos y tenían que pagar rentas elevadas al fin pueden tener un poco de descanso monetariamente hablando.
Al final del día, como estudiantes, debemos de ser objetivos y hasta cierta manera realista pues sabemos que la situación del covid-19 no mejorará al menos hasta noviembre y esto requiere muchos esfuerzos tanto físicos como psicológicos.
Muchas asociaciones están realizando compra y recepción de equipos tecnológicos para que los compañeros que necesiten de una laptop, computadora o de menos un Smartphone puedan llevar a cabo sus actividades escolares. Si tienes aparatos tecnológicos en buen estado, no los usas y quieres darle la mano a un compañero en necesidad debes saber que está en tus manos el poder hacer algo por ellos, quien sabe si algún día será esa persona quien te salve la vida en un quirófano.
Como comunidad estudiantil debemos unirnos, apoyarnos, darle la mano al compañero necesitado para crear una red informática objetiva que vaya desde los chiquitos del kínder hasta los grandes estudiantes de posgrados, todo para que nunca más estemos fuera de cobertura.
