Evolución.
Por Bruno Rico Gómez.
3 de abril de 1973, en las calles de Nueva york.
Mientras Martin Cooper, directivo de Motorola, caminaba en las calles de la gran ciudad realizó una de las llamadas más importantes para la historia del ser humano.
Sería una llamada sin precedentes así que decide perfectamente a quien marcar, el objetivo de su llamada seria nadie menos que Joel Engel, directivo de Bell Labs, subsidiaria de AT&T.
En modo de burla e incitando a su competencia Martin Cooper llama desde un nuevo dispositivo, el proyecto DynaTAC 8000X, el prototipo es un teléfono móvil que para esos tiempo seria la revolución tecnológica que tenemos al día de hoy.
Pero a comparación, hoy ya no se compite entre dos empresas, si no cientos o hasta miles, y siempre se busca algo. Que claramente es saber quién tiene los mejores teléfonos de las gamas.
Para esto los teléfonos tienen que evolucionar y la pregunta que propongo responder en esta columna es ¿Cómo evoluciona la tecnología?
Todos hemos escuchado la frase “La tecnología avanza a pasos agigantados” pero es muy difícil de visualizarlo cuando estamos rodeados de tanta información.
Como dicen por ahí, La primera carrera se dio cuando salió el segundo coche de la línea de ensamblaje, esto haciendo referencia a que siempre habrá alguien que quiera vencerte pero para hacerlo necesitas mejorar en todos los aspectos.
Con teléfonos que pesaban casi un kilogramo, tardaban en cargar hasta 10 horas, pantallas con un display limitado y no olvidar, un diseño espantoso ¿Cuál creen que fue la respuesta de AT&T? Probablemente un teléfono que mejorara las deficiencias del DynaTAC.
Y así ha avanzado la tecnología mediante materiales, diseños, dimensiones, legislaciones pero sin duda una de las batallas más sonadas en esta guerra tecnológica es la de Apple y Samsung. No es para menos, son empresas que tienen a los mejores ingenieros y científicos en su nómina.
Uno presenta un avance y el otro lo mejora, así constantemente hasta que estandarizan cada detalle para las empresas más pequeñas. Uno hace su carcaza de aluminio y otro la hace de plástico, pierde la de plástico; Uno pone microprocesadores de aluminio y otro los hace de tantalio, pierde el de aluminio; Uno pone Gorilla Glass y el otro pone Grafeno, y aquí nadie perdió.
Y es que como lo mencione en la primera columna, los invito a leerla, las guerras nos dejan muchos avances tecnológicos ¡ahora imaginen en una guerra tecnológica y mediática continua! Procesadores cada vez más pequeños, pilas que duran más, pantallas irrompibles, cámaras de 100 aumentos, reconocimiento dactilar y fácil, etc.
Pero esto no solo se da en la telefonía sino que en todo tipo de industrias, desde los que hacen prendas de vestir, hasta las aeroespaciales.
¿Quién no ha querido comprarse un súper coche como lo es un Ferrari, Lamborghini o McLaren? Obviamente todos, y no es para menos, pues al tener divisiones de competencia uno esperaría el pináculo del automovilismo a la distancia de un llave, ¿no?
Tan solo en las lavadoras que antes eran inmensas y solo servían para eso, si querías un ciclo de secado la única opción era comprar una secadora, las empresas rivales se dan cuenta de eso e incluyen ahora ciclos de secado especiales para que ya no exista la necesidad de comprar un secadora de la marca contraria.
Todo esto pasa frente a nuestros ojos y solo podemos ser espectadores de la gran cantidad de productos que nos vemos obligados a comprar para estar “actualizados”, lamentablemente esto trae consigo muchos problemas ecológicos entre ellos el más famoso, la contaminación.
Ahorita mismo han de pensar – ¿Acaso este cabrón no dejara de hablar de contaminación? Pues en esta ocasión no se salvan, tristemente las empresas no regulan ni son reguladas en cuanto a explotación trata.
Les pido, no como columnista, sino como humano que moderemos nuestro consumo desmedido de tecnología, obviamente las acciones individuales no bajan los efectos, pero poco a poco haremos que disminuya la explotación de lugares que son baluarte para la vida no solo humana sino para la flora y fauna residentes.
“La humanidad es alcanzar la tecnología adecuada para las razones equivocadas.” R. Buckminster Fuller (Inventor y autor).

