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¡EUREKA!

Por Bruno Rico Gómez.

¿Quién diría que gracias a coincidencias o errores tendríamos tantos avances tecnológicos en nuestra vida?

Es irónico pensar que la gente de ciencia dedica toda su vida para que la mayoría de los descubrimientos se den por accidente. Por ejemplo, muchos o la mayoría de marineros querían descubrir tierras para volverse los terratenientes de estos lugares y así volverse gente de poder para que el mayor descubrimiento de la navegación se diera por accidente en la búsqueda de nuevas rutas a la India.

Así es, el supuesto descubrimiento de América fue un accidente como varios de los descubrimientos que mencionaré ahora.

Vulcanización.

¿Que sería del humano sin la llanta? Fácilmente se le puede acreditar como el invento que hizo posible la evolución al hombre moderno.

Lo digo porque lo vemos todos los días a todas horas, en el camión, en el metro, en los automóviles, etc. Pero su descubrimiento se dio por accidente en el laboratorio del Dr. Goodyear, pues al hacer pruebas con caucho normal este tendía a derretirse debido a la fricción del piso con la rueda.

Cansado de no tener resultados positivos decide dejar el caucho en la lumbre, donde justamente arriba tenía un bote de azufre que justamente cayó en el recipiente con el caucho hirviente.

Al regresar a su laboratorio se da cuenta que el caucho tiene una consistencia más rígida y al hacerle las pruebas de desgaste lo confirma, acababa de encontrar la vulcanización. Ya solo le faltaba adicionar otros materiales como carbono para darle el color característico a los neumáticos.

Alexander Fleming.

Científico escoces conocido mundialmente conocido por una de las medicinas más importantes del mundo, la penicilina.

Así como era de conocido era su nivel de descuido cuando a su laboratorio trataba, pues cuentan las historias que permitía fumar dentro de su laboratorio, algo totalmente en contra de cualquier estándar de limpieza hoy día.

En uno de sus experimentos con una bacteria llamada 'Staphylococcus aureus' apreció como un hongo había crecido a su alrededor contaminando su trabajo.

Lo curioso es que en la zona donde estaba el hongo no había rastro bacteriano alguno, Alexander Fleming acababa de descubrir la penicilina.

Post-it.

Estas útiles herramientas fueron obra de Spencer Silver, trabajador de 3M, que buscando las mejoras para los adhesivos de acrilato encontró un adhesivo que se formaba a sí mismo y no tenía mucha capacidad adhesiva.

Se creía que no tenía aplicaciones hasta que Art Fry, otro trabajador de 3M, le encontró la utilidad y era nada menos que las notas adhesivas.

Slinky.

Es gracioso imaginar que semejante juguete sea creación de un ingeniero naval, pero, en 1943 Richard James intentaba crear un resorte para equipos muy sensibles cuando uno de estos rodó por las escaleras.

Richard al ver como caía simpáticamente se dio cuenta del potencial que tenía como juguete para los infantes.

Como estos hay muchísimos más inventos que por casualidad han llegado a manos de sus creadores, esto siendo una ironía pues parece que todo lo tenemos que controlar o medir cuando lo mejor es dejar que sucedan las cosas esporádicamente.

Solo basta con un poco de imaginación, astucia y un poco de éxito para ser recordado en los libros de historia.

“Un inventor es un hombre que pregunta ¿Por qué? al Universo y no permite que nada se interponga entre la respuesta y su mente.” –Ayn Rand (2 de febrero de 1905 – 6 de marzo de 1982)

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