De la moda lo que te acomoda
Por Bruno Rico Gómez
¿Quién no ha pasado por los grandes aparadores de las grandes plazas que rodean esta gran urbe?
Tiendas como Pull&Bear, 21Forever, H&M, Etc... Son responsables al menos en esta década pasada de algo llamado fast fashion pero, ¿y si te cuento que ese tipo de mercado es un modelo muy antiguo?
Cerca del año 1915, Henry Ford desarrolla la primera línea de ensamblaje patentada y por ahí dicen que al salir el segundo automóvil de la línea de ensamblaje empezaron las carreras, esto se amplifico cuando en estados unidos comenzaron a existir tantas marcas de autos en un solo lugar; Detroit, Michigan.
Desde tiempos inolvidables ha existido la carrera por la excelencia entre Ford, Chevrolet y Dodge, pero en los años 50 pasaría algo sin precedentes y sería de la mano del encargado de publicidad de Chevrolet. Ideo la mejor manera de vender tantos carros como pudiera la empresa y la título “Carros de temporada” y su concepto era sencillo ya que solo era vender el mismo carro con diferentes aditamentos para las 4 temporadas del año.
Una técnica tan sencilla hizo que la Ford F100, el modelo más vendido en toda la historia, por fin perdiera el titulo por un buen tiempo; ¡pero cual fue el talón de Aquiles de aquella propaganda? Nada más que la gran inflación por la que pasaría principalmente Estados Unidos…
Como siempre, ellos no sabían que estaban creando historia, pues ahora las empresas tenían la oportunidad de vender todo por temporadas pero yo les quiero explicar en realidad que pasa con este tipo de modelos.
Cuando se tienen propuestas en las que se tiene que aumentar el volumen de producción por el aumento en la demanda se tiene muchos problemas, principalmente ecológicos; si bien la industria más contaminante en el mundo es la industria Metal-Mecánica hay industrias que generan una cantidad de contaminantes que son más nocivos por su poca degradación en el medio ambiente inmediato. Dos de las empresas que más contaminan en la tierra son las industrias de cosméticos y las textiles.
Ciertamente, hay industrias que usan químicos amigables con el medio ambiente, pero también son empresas muy contadas sin olvidar que hay algunas que brincan los hoyos legislativos y proclaman ser “eco-friendly” y son las que más contaminan, ahora, no solo causan problemas a los ecosistemas sino que a la sociedad misma.
Kylie Jenner es una mujer muy famosa, no por sus propios méritos, pero gracias a su fama lanzo una línea de cosméticos que mediante tácticas de mercadología hace que sean totalmente cotizadas y esto obviamente le favorece de una manera increíble pues es ganancia bruta ya que no paga por anuncios debido a que ella es su propia propaganda.
Hace poco vi un documental en Netflix que hablaba del consumo desmedido de muchos productos pero simbólicamente empiezan con los cosméticos y no es para menos ya que el mercado de productos piratas oscila entre los 200 mil millones y los 400 mil, así es, es impactante que la necesidad de comprar algo para obtener “status” te haga comprar piratería y lo peor no es eso sino el riego sanitario que corren las personas que utilizan esos cosméticos ya que se reportan cantidades gigantescas de virus en cada empaque.
Les recomiendo totalmente la serie de documentales “Sociedad de consumo” y para no spoilearles los temas que se hablan ahí dejare que la vean.
Ahora vamos con la otra empresa que contamina, la textil, y es que no solo contamina también esclaviza; ¿Sabes si la ropa de marca que usas le paga correctamente a la gente de sus fábricas? ¿Sabes si sus instalaciones cumplen correctamente con todas las normas de seguridad, salubridad, calidad, etc…?
Claro, es imposible saberlo con 100% de veracidad, pero siempre existirán los testimonios de gente que quiere exponer lo que sucede dentro estos lugares; lugares donde pagan 20 centavos por cada playera que en tienda llega a costar 3000 pesos o hasta dólares.
Lamentablemente así como lo he dicho, estamos en un nicho o una burbuja y no nos atrevemos a ver qué es lo que pasa con la gente que pierde su vida dentro de una industria que contamina toda sus existencia, y eso solo es la punta del iceberg pues la mayoría de las industrias textiles utilizan agua para producir sus productos y para evitar pagar gastos increíbles por servicios de agua les sale más barato desviar los ríos de pueblos en África hacia sus plantas.
Ojala todas fueran como Coca-Cola, que tiene su planta de procesado de aguas, pero estas empresas desechan el agua con todos los químicos y lo mandan al mismo cause de los ríos y adivinen que sufre los estragos de eso, exactamente la gente pobre PERO ESO SI, TODOS QUIEREN SU ROPA DE MARCA AL ÚLTIMO GRITO DE LA MODA.
No olvidemos que otro puñado de empresas sigue probando con animales y en algunas tantas hacen vestimentas con piel de animales.
La mejor manera de combatir este problema es consumir de empresa transparentes, de empresas chicas, de empresas honestas pues son quienes se esmeran en hacer un trabajo ejemplar y de luchar contra los grandes monopolios de empresas tales como Avon, Nivea, Mac o de textiles como Adidas, Nike y otras tantas empresas egocéntricas que solo se fijan en generar ganancia propia.
Estimados lectores, escribo esta columna por estas fechas para recordarles que debemos medir la manera en la que consumimos principalmente en la navidad y el año nuevo. Solo piensa la cantidad de esfuerzo humano que probablemente esté en cada prenda que usaras en navidad.
Finalmente quiero agradecer muchísimo al amor de mi vida por la inspiración de esta columna.
Les deseo feliz navidad o cualquier cosa que celebren en estos días. Por una sociedad más consiente.
“Vivimos en una sociedad desechable. Es mil veces más fácil tirar cosas que arreglarlas”. Neil LaBute.
