Amigas
Elsa Guadalupe Flores Hernández
Para todas mis roomies
Ojalá me hubieran dicho cuando fui niña la importancia de las amigas, de cómo sus abrazos cálidos derriten el dolor que alberga el corazón, en cómo la soledad no existe porque ellas llenan tu pecho de amor que, a veces, se desborda por los ojos de solo verlas sonreír y su risa rompe todos esos miedos que cargas desde hace ya tiempo.
Ojalá todas podamos tener suerte de que alguien nos trence el cabello por la mañana y prepare café a la hora de desayunar, alguien con quien podamos acurrucarnos cuando el atardecer este en agonía con nosotras, alguien con quien puedas hablar en la madrugada sobre tu artista favorito o de la película que te hizo llorar. Ojalá todas podamos tener amigas, con las cuales cantemos fuerte y una cerveza de más nos haga tambalear en sus brazos bailando sin soltar jamás nuestras manos.
Ojalá las amigas duren toda la vida; así podríamos ver el cielo a las 4pm, escucharlas cantar mientras se bañan, así escucharía una y otra vez como les rompieron el corazón, ir a comer con su familia y que crean soy yo la mala influencia. Ojalá las amigas duren toda la vida; para escribir historias de cómo la luna de sus ojos le ronronean por las noches al mar volviéndolas sirenas, para escribir poemas sobre la guerra que luchan día con día, para amarlas por siempre…
Ojalá todas tengamos a alguien con quién fumarnos un cigarro de la ansiedad que sentimos antes de salir a gritar nuestra rabia por un Estado patriarcal que nos desaparece diario, que nos viola a los ojos de todos y nos calcina en las calles. Ojalá todas tengamos a alguien que nos arrope cuando el amor romántico llega a destrozarnos.
Ojalá mis amigas abracen a mi madre si es que algún día yo hago falta.
