Ajuste de cuentas
Por Bruno Rico Gómez.
Para quien no me conozca fuera de la Revista columnas obvio no sabe a qué me dedico, estoy estudiando ingeniería metalúrgica en la Universidad Autónoma Metropolitana campus Azcapotzalco.
En una de mis clases de métodos numéricos (Programación computacional) el profesor nos pasó una película en el proyector, Los piratas de Sillicon Valley, cuenta la historia de la creación y primeros años de las grandes empresas que son Apple y Microsoft.
Pero el enfoque principal de la película más allá de dirigirse en las empresas es en la forma en la que robaban tanto software como hardware y lo proclamaban como suyo de una manera vil y cruel, obviamente saltándose todas las leyes y sin sufrir repercusiones por esas acciones.
Uno asocia el ratón y el teclado con Microsoft, porque desde la infancia trabaja con ese tipo de hardware en los laboratorios de computación de la primaria o secundaria; pero realmente la idea fue de XEROX, la empresa conocida por sus impresoras, pero como a los ejecutivos principales no les agrado la idea de ser representados por un ratón ellos ignoraron al creador y le ofrecieron la idea a Steve Jobs el resto es historia…
Otro caso fue cuando Microsoft desarrolla el sistema operativo para las computadoras de IBM que en ese tiempo eran los máximos en la industria computacional, al llegar a las oficinas, Gates les vende un software que ni siquiera tiene desarrollado. ¿Cómo lo soluciona? Compra un software de un estudiante de la misma universidad en donde tomaba clases por menos del 10% del valor que IBM le ofreció.
¿Cuál es la reflexión de esta película? Cualquier idea que surja de tu cabeza, por más simple que parezca, tiene que ser patentada o puesta bajo derechos de autor pues realmente no sabes la fortuna que estas dejando ir.
Casos como este hay muchos como el de Nicola Tesla y Thomas Alva Edison; el caso del intento de compra de Google por Yahoo!; los recientes casos ganados por las empresas chinas contra las grandes automotrices por los plagios en sus diseños, etc…
Puede que patentar sea caro, innecesario y hasta tedioso pero para que su trabajo sea reconocido y quede guardado en la historia es importante hacer el proceso al igual que los derechos de autor por si alguien que me lea está pensando en escribir un libro o revista.
Finalmente quiero agradecer a cada uno de los lectores de esta sección y como no, de toda la revista, somos lo que somos por ustedes. Espero que este año 2019 les haya dejado cosas buenas y muchos conocimientos para poder aplicarlos en el 2020. Les deseo un gran 2020 y esperen grandes cosas en esta, su sección de innovación y tecnología, y la revista columnas.
“Nuestras virtudes y nuestros defectos son inseparables, como la fuerza y la materia. Cuando se separan, el Hombre no existe.” Nikola Tesla.
